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Calle 7... ¿competencia de verdad?

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Calle 7, como "show" diario, por alguna extraña razón -que el día que conozca a Juan Carlos Barreiro y Gaby Arias les preguntaré- se convirtió en una especie de bazofia televisiva disfrazada de "game show" y sentarse a verlo generaba, por lo menos en mí, asco.

Sí, porque de ser, reitero, el mejor "game show" de la televisión nacional, se convirtió en esa cosa horrenda donde encuentras marido o mujer, peleas como chusma de patio limoso, se anuncian embarazos, bodas, y lo último, pero bien último y hasta menos importante, pareciera, es la competencia.

Parece que se hubiesen contagiado de ese virus horrendo que generaba vómitos y diarreas que era ver Esto es Guerra de TVN en sus inicios porque la diferencia entre uno y otro era muy poca. Ambos "shows" han quedado siendo como la sucursal televisiva de una agencia de buscar parejas o un juzgado de familia donde se ventilan los problemas –de alcoba y otros– de quienes ahí participan.

Lo cierto es que esta semana fue la final de temporada de este formato de pantalla Telemetro y sus productores nos regalaron un "show" con la esencia Calle 7. Un "show" competitivo, un "show" en el que sus finalistas junto a la producción centraron la participación de sus talentos en la competencia dura y el resultado, independientemente de quién ganó y quién no, fue recordarnos lo que realmente es Calle 7, una competencia de verdad.

Yo, que en el último año he sido un crítico duro de este proyecto que defendí desde el día uno, no dejo de sorprenderme con el poder de convocatoria que tienen al lograr que más de 7,500 personas compren boletos y asistan a ver su final.

Y es que la final de Calle 7 Panamá, como producción, es abismalmente diferente a cualquiera de la de los otros países donde se produce esta franquicia.

Si usted no lo sabe, le cuento para que no se deje influenciar o, peor aún, engañar, por ese poco de gente en redes sociales que habla sin saber o atacan esta final porque tienen otras agendas detrás.

Calle 7 Panamá es el único cuya final se realiza en un gimnasio con la capacidad de la del Roberto Durán y donde la gente paga por ir. Solo eso, ya lo hace un éxito regional. Y esto es muy sencillo, nadie en su sano juicio paga por ir a ver algo que no le gusta, que no le llama la atención o que considera malo. ¿Qué otra producción local se atreve a hacer esto? Ninguna.

Es ahí donde está el éxito de las finales de Calle 7 Panamá. Nos hacen recordar la competencia de verdad, el esfuerzo por llegar a ser los competidores finalistas, la dedicación y lucha para llegar a ser quienes se peleen ese campeonato y, sí, la solidaridad de compañeros de equipo y familiares.

Y aquí quiero hacer una pausa para que reflexionen como televidentes, pero también sus productores. Pueda que a usted le guste o no el "show", pueda que usted se entretenga o no con él, pueda que usted quiera ver más nalgas, músculos y pleque pleques que dinámicas, pero el mensaje de competencia sana y limpia que dejan los 4 finalistas en cada una de sus finales es lo que nos urge como país rescatar. ¿Vio usted el gesto de solidaridad de la competidora Sara frente a Yoani –cuando se sintió mal– a sabiendas de que eso la podía hacer perder? ¿Analizó el mensaje que hay detrás de ese gesto con el que además de tener la posibilidad de perder el campeonato, podía perder 7,000 dólares? ¿Entiende ese mensaje en un país donde "parece" que se han perdido muchos valores y "parece" que el dinero y la ambición son más importantes hasta que la familia o la amistad? Piénselo. Analice. Comprenda el mensaje tan profundo como estremecedor que eso significó.

Este es uno de estos "shows" en el que vuelvo a ver a "la maquinaria Telemetro" en acción. Como producción técnica fue buena, aunque yo mejoraría varios aspectos de su dirección de cámaras o ubicación de ellas para captar momentos importantes que se perdieron. Su equipo humano hizo un trabajo maravilloso desde ese momento de las tomas áreas para hacerlo sentir muy importante, pasando por esas competencias de resistencia pura y dura, hasta la movilización y creación de estructuras tan grandes y que no se diera, en ninguna de sus temporadas, un solo accidente. Fue un detallazo con un grupo de su audiencia tener un área vip también elevada porque eso involucra, pero también emociona a quienes lo vivieron. Sus conductores le inyectaron correctamente los diferentes ritmos emocionales a los momentos exactos, lo que ayudó a que el "show" no se cayera ante los bajones de salud de Yoani y Facundo, que evidentemente bajaban el ritmo del "show". ¡Buen trabajo!

Personalmente, estoy harto de ver al Sr. Daniel llegar a la final, es más, ¡de verlo en el "show"!, pero también entiendo que es parte esencial de esa propuesta, que tiene muchos seguidores y que se ha ganado llegar ahí, pero más allá, reitero, de quiénes ganaron, la final de Calle 7 debe invitar a sus productores a analizar lo que nos presentan en la semana y la competencia verdadera que son sus finales. Vuelvan a la esencia, demuestren diariamente que la competencia es de verdad.

  • estoy harto de ver al Sr. Daniel llegar a la final, es más, ¡de verlo en el 'show'!

Mancuerna Mayín-Telemetro

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La Sra. Mayín Correa es desbocada y muchas veces sus defensas sobre ciertos hechos y personajes están bien lejos de ser compartidos por mí, pero si hay algo que yo le admiro a ella es ser una mujer incansablemente trabajadora y con una capacidad de despertar todo tipo de pasiones a favor o en contra de ella.

En ese despertar pasiones, la Sra. Correa en mancuerna con Telemetro creó el especial "Padre Ejemplar", que no es más que la versión masculina de "Esa Cabellera Blanca", pero en formato reportajes.

Esto no tendría nada de novedoso si usted es de esos que cree que padre puede ser cualquiera, pero no.

Este especial "Padre Ejemplar" que se realizó por la celebración del Día del Padre es una belleza tanto en su forma como en su fondo, porque es hacerle honor a una pieza fundamental en una familia, en un hogar: un papá. Es recordarnos que un padre es tan importante como una madre. Es decirnos que no todos los padres son malos, que no todos son irresponsables, que no todos huyen a pagar pensiones, que no todos abandonan a sus mujeres y les ponen los cuernos, pero, sobre todo, que no debemos generalizar.

Cada una de las historias de "Padre Ejemplar" fue más linda que la otra, más conmovedora que la otra, con un mensaje inspirador una con otra. Fue recordarnos a los que tenemos o tuvimos un buen papá la importancia de agradecerle todo lo que nos enseñó y, a los que tuvieron o tienen un mal padre, dejarles claro lo que no deben ser ellos como padres. También que debemos educar en la importancia de la figura paterna en un hogar.

La producción de este especial seleccionó historias maravillosas sin irse al melodrama ni explotar el dolor de nadie y eso se agradece, sobre todo en tiempos donde algunos usan las carencias o sufrimientos de los demás para "taquillar", aunque digan lo contrario. Cada historia fue bien cuidada sin excesos de posproducción ni de lloraderas innecesarias y se centraron en esas historias de amor de familia, de amor entre padres e hijos, entre padre y madre, en ejemplo de hogares donde el amor es la columna vertebral de esa familia.

Lea bien, fue un especial de amor en momentos en que, por ejemplo, en las redes sociales que son tan penetrantes y masivas, lo que más se ve y lee es odio, rencor y resentimiento.

¿Qué fue lo malo de "Padre Ejemplar"? Que aunque estuviera en un horario bueno – la tarde después de la lotería – un especial de esta calidad y, sobre este tema, merece "prime time". Merece estar en un horario estelar, por un lado, para que no se pierda en una fecha de mucha actividad familiar como es el Día del Padre, pero también para que más personas puedan verlo, puedan contagiarse de los buenos ejemplos de cada uno de los señores que ahí aparecieron. Para que pudiera verse en familia.

Entre las debilidades, se le suma que la edición, entre las introducciones de la Sra. Correa y los reportajes era muy brusca, pudieron haberse usado disolvencias, "bumpers" para una transición entre intros y piezas, más finas. La locución, en varias ocasiones restaba emoción y/o emotividad a la historia y hacía que se perdiera ese clic con la audiencia en momentos claves de los reportajes.

Y es que una edición, una locución, una voz y una musicalización a la hora de hacer un especial de este tipo donde se tiene que mover la emoción de las audiencias, es clave. No se puede jugar con eso porque puede trastocar lo más importante a la hora de producir este tipo de "shows": la emotividad.

La mancuerna Telemetro-Mayín sí es exitosa porque cubren un rubro importante en fechas muy claves para este país: madres y padres. "Esa Cabellera Blanca" y "Padre Ejemplar". Es una mancuerna sólida, fuerte, por los años de su presentadora en este tipo de formatos.

La producción cuidó diferenciar, y mucho, ambos conceptos, a pesar de tener a la misma figura principal. La Sra. Correa se consolida en pantalla Telemetro como la figura estelar de los especiales sobre madres y padres. En este caso, la Sra. Correa no tuvo la sobreexposición que tiene en el "show" de las madres, centraron su participación en las historias y no tanto en ella, eso, en cuanto a producción, también hace el "show" diferente.

"Padre Ejemplar", como un todo, es un perfecto ejemplo de que se puede hacer televisión emotiva sin recurrir a la lástima. De que hay padres tan ejemplares como madres ejemplares. De que hay un montón de panameños buenos, trabajadores y, sobre todo, honestos y esos, esos sí son los más. ¡Esos!

 

  • La producción de este especial seleccionó historias maravillosas sin irse al melodrama.

Lo que vi… lo que observo

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En Nex…
 
Entiendo que no tiene sentido que en una misma pantalla haya dos “shows” de formatos y contenidos similares, como es el caso de La Butaca de Cine y Boleto de Cine.com, que se transmitían, el último, por Nex y desconozco los motivos por los que la televisora de la Vía España decidió, según una de las partes, no renovar contrato.
 
Lo cierto es que, independientemente de estas dos observaciones, es una pena que Boleto de Cine.com esté fuera de pantalla Nex. Primero, porque era un buen producto en formato 100% de información de y sobre cine. Segundo, cuando nadie creía en esa pantalla, ellos apostaron a ser parte de su producción nacional independiente, cosa que se debe agradecer, y tercero,  un buen productor ejecutivo o director de programación y producción  hubiese buscado la forma de, por un lado, no perder una audiencia ya cautiva y leal de un “show”, y por el otro, buscar la forma de hacer sinergias con productos de contenido similar, pero tan diferentes uno de otro. Qué pena.  ¿Amamos qué?
 
Con TVN y Telemetro…
Cuando veía la transmisión de la audiencia en Miami por el caso del expresidente Martinelli, al ver a las señoras Elizabeth González de TVN Noticias y Milagros Córdoba de Telemetro Reporta me confundí y creí que estaba viendo una versión callejera y miamense de  “Glow, hermosas damas de la lucha libre” o una pelea de “La Popis” contra “La Chilindrina”. No importa quién tenía la razón. ¡Qué “show” más patético! Pelearse en pantalla y en directo los derechos de enseñar primero las “ilustraciones de la audiencia”.  Antes de pelear quién enseñaba primero las ilustraciones, deben aprender el significado o la diferencia entre una caricatura y las ilustraciones de un juicio/audiencia.  Solo así entenderían que quienes quedaron siendo una mala caricatura fueron ellas con su pelea en directo desde Miami.  Tome nota, Sr. Juan Carlos Tapia.  Ahí tiene parte de una seudocartelera boxística… de las malas.  Oye, ¡oye!...
 
Si usted, ingenuo como yo, creía que el pleque pleque y chismorreo televisivo sería exclusivo de Suelta el Wichi  de TVMax, también se equivocó porque la gente de La Mordida  de OyeTV está dispuesta a meterle diente al pleque pleque televisivo y, por ende, generar puntos de “ratings” para esa pantalla. Ya se han visto varios momentos de polémicas y dimes y diretes por y entre sus invitados en el estudio o entrevistados vía telefónica. Lo muy lamentable aquí, además de lo horrible que es ver, sea quien sea, a damas discutir y polemizar en televisión nacional independientemente de las causas que defiendan, es que un “show” que se vendió como diferente y que se veía fino, caiga en las mismas zonas comunes y de porrrrrquerías para que te vean, generar seguidores en redes sociales y que se hable de ti. ¡Oye recurso pa’ burdo!
 
Con mis colegas…
Me asusta pensar y sobre todo ver cómo mis colegas de la fuente del espectáculo le dan escenario a quien no lo merece o, peor aún, a quienes no tienen nada de arte que ofrecer y, por ende, recurren a su escandalosa vida privada para llamar la atención en los medios. Medios creando figuras globo. Para nadie es un secreto que hay un montón de gente sin talento que se lleva portada de medios impresos y minutos de radio y televisión por sus noviazgos, rupturas, deudas de pensiones alimenticias, etc. Cuando uno revisa la ejecutoria profesional o en qué ramas de las artes se desenvuelven, quedamos en lo mismo: en el arte del escándalo amoroso, del pleque pleque, del pereque y el mal gusto. En eso son buenísimos.  De ellos más nada se puede escribir o publicar.  Por ellos da mucha pena porque es evidente que no tienen talento y para subsistir tienen que recurrir a sus vidas y escándalos –por cierto, algunos inventados por ellos mismos–, pero también lástima por los medios que les dan espacios en sus páginas o tiempo aire en sus pantallas y “shows” de radio.  Cuando critiqué como porrrrrrquería ciertos “shows” y califiqué de gente con celulitis en el cerebro a varios de sus participantes, no me equivoqué. Talento 0. El tiempo me dio la razón. 
 
Teatro prostituido…
Sé que este punto no va a gustarle a un montón de gente de la industria del entretenimiento local, pero yo soy un respetuoso de las artes. Respetuoso de los escenarios. Amante del teatro.  Para mí, el teatro es como un set de televisión: quienes lo pisen deben ser dignos de ello. Aquí hoy, cualquiera que se haya dado a conocer por enseñar las nalgas, por un escándalo o por ser parte de un mal “show” de televisión se hace ahora llamar actor o actriz. Esto en detrimento de quienes de verdad actúan y tiene años luchando por un espacio.  La culpa de eso no la tienen ellos (los sin talento) porque alguien les hizo creérselas, la tienen los productores de teatro que recurren a personas taquilleras por su exposición mediática a costa de la calidad actoral, de libretos interesantes y puestas en escena bien montadas.  Si usted analiza la cartelera de teatro del país, montón de gente que, si bien es cierto es conocida y hasta divertida y puede hacer reír, de actores y actrices tienen lo que yo tengo de experto en algo: ¡nada!  Es cierto, cualquiera puede subirse a un escenario y hacer un “show”, pero no cualquiera es un actor, no cualquiera es una actriz. No cualquiera hace un buen trabajo actoral.  Respeten a los actores.  Actores de verdad, dense a respetar.
 
Gran esfuerzo...
Yo pudiera hacerme el experto y destruir la cobertura de mis colegas en Washington y en Miami porque es muy fácil cubrir la Casa Blanca representando a un medio con sede en EE.UU. y con una maquinaria técnica y humana detrás. Así, cualquiera. Yo sí aplaudo el esfuerzo de mis colegas de TVN, Telemetro, Nex y Sertv por estar fuera de Panamá cubriendo hechos noticiosos sobre el país. No justifico los errores ni los desaciertos. Los colegas panameños no viajan con gran “crew”.  Inclusive sin grandes contactos ni fuentes y mucho menos -lamentablemente- ayuda de panameños-colegas en EE.UU. Viaja periodista y camarógrafo. No más. Dos personas que hacen el trabajo de maquilladores, choferes, luminotécnico, estilistas, sonidista, periodista, editor, locutor y camarógrafo.  ¿Así o más claro? Yo sí aplaudo ese esfuerzo. Fin del comunicado.

Shows de opinión, sí, solo shows

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No solo en las redes sociales tenemos que ver como seudo expertos opinan de todo, tuitean de todo y con supremo descaro y cinismo opinan de todo -y de todos- sin importarles respeto alguno a nadie. Hasta ahí todo bien –aunque yo no los siga y no me gusten- porque el derecho a opinar no es negociable. Uno como consumidor de esas redes tiene derecho a seguir o no seguir a alguien. A opinar o no opinar sobre alguien o algo.

En la televisión es muy diferente. Los productores y directores de información o de shows de opinión y debate normalmente invitan a personas y personajes acorde al tema que se va a tratar, a la noticia del momento y sí, aunque muchos no lo admitan, también a los intereses políticos y económicos de las empresas mediáticas, intereses en abordar el tema por parte de los moderadores y ratings que se quiere en ese momento. Eso pasa igual en China, Estados Unidos y aquí.

A diferencia de otros países donde en los shows de opinión, normalmente, asisten como invitados verdaderos expertos o estudiosos de los temas a tratar, en Panamá, lo siento, se invita a un montón de gente que, si tuvieran vergüenza, rechazarían las invitaciones a estos espacios porque su ejecutoria profesional y pública está lejos de ser prístina y por ende solo eso los debe imposibilitar el opinar sobre otros actores.

Pero bien, en ese juego de la democracia donde todos tenemos derecho a opinar, hasta eso está bien. A uno, como audiencia, le queda o no sintonizarlos o, simplemente, cambiar de canal y castigar a esa pantalla con menos puntos de ratings.

Aquí lo preocupante, por lo menos para mí, es que productores, directores y/o moderadores - desconozco de quiénes sean los responsables en cada show - no solo inviten a "personajes" con una deuda de respuestas a la población por su paso por cargos públicos, sino que les permitan hablar de un tema del que no hicieron absolutamente nada cuando ellos mismos ocuparon esos cargos. Entonces, dónde está el papel del moderador o del periodista cuando invita y peor aún sienta en su set a un exfuncionario a hablar, por ejemplo, del agua, del gobierno y partido que sea, cuando en el cargo no resolvió ni se dieron cambios en esa misma cartera que hoy critica.

¿Cómo es posible que la audiencia tenga que escuchar "ahora" dizque expertos en seguridad a gente que, cuando estuvieron en sus cargos la inseguridad estaba igual de espantosa como puede estar hoy? ¿Cómo es posible que se invite a empresarios a hablar de corrupción –del gobierno que sea- cuando han guardado silencio ante los atracos al país –por años- que varios de sus compañeros de gremios fueron y son parte? Esto es cínico, es burlesco, es una gaznatada a la inteligencia de las audiencias, es una burla.

¿Qué credibilidad puede tener un show de opinión-debate si los invitados a debatir son personas que –por su ejecutoria conocida y pública- no tienen moral alguna para ello?

Un moderador serio, responsable y sin miedo lo primero que les preguntaría es: ¿Eso que usted dice se debe hacer por qué no lo hizo mientras estuvo en el cargo? ¿Cómo es que ahora, desde afuera, usted tiene la solución y no lo hizo en el cargo? Es más, la solución para evitar esas preguntas evidentemente incómodas para sus invitados es no invitarlos. Punto.

Ahora, estoy claro que para cubrirse, muchos moderadores, dirán que no invitarlos es coartarle su derecho a expresarse. Pues no. Invitar a personajes a que opinen de otros sin cuestionarles sus ejecutorias es manipular la información, es no darle contexto a la audiencia sobre un hecho, es coartarle el derecho a esa misma audiencia a estar bien informados. Tan importante es el derecho a la libre expresión como el derecho a la información. Usted moderador que me lee debería saberlo. Para eso son los shows de opinión y debate.

Un show que entra dentro del formato de programa de opinión tiene características que no son negociables y se las comparto solo para hacerle un F5 a un par de gente de la televisión y la radio.

Los invitados al debate deben tener sapiencia en el tema tratado, pero también y más importante, credibilidad. La ejecutoria pública y privada prístina de los invitados les da mucho más fuerza al show como marca, al canal y a sus opiniones porque ante la audiencia lo contrario es una burla del canal, del moderador y de "experto". El moderador hace papel de eso, moderar, pero también de preguntar, ubicar a las audiencias, demostrar que sabe del tema, pero sin querer tener más exposición que los invitados y sin convertir su show en espacio de relaciones públicas para gente cínica. Un show de opinión debe tener balance entre los invitados y no dejar tan burdamente evidenciado la posición de los moderadores que, casi nunca, han sabido disimularlo y solo eso contamina el producto.

Nuestra televisión y radio están repletos de espacios disfrazados de shows de opinión donde lo que menos hay ahí es debate de altura con personajes que dejen algo más que sus inclinaciones y apetitos políticos y de figureo. Como un todo tenemos más "show" que shows de opinión. Triste.

  • Tan importante es el derecho a la libre expresión como el derecho a la información.

Los 10 de Tú Mañana

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He sido un crítico implacable con el matutino Tu Mañana de Telemetro porque hoy es abismalmente diferente a esa muy buena propuesta que nos presentó pantalla 13 exactamente hace 10 años.

En eso de evolucionar, Tu Mañana se fue convirtiendo en una cosa muy rara y extraña donde meten de todo y, como concepto del formato magazine, ya no tienen nada.

Tu Mañana entra dentro del formato "Show Misceláneos" que es aquel donde hay de todo, aquel que no tiene un guión fijo y donde un día usted puede ver a sus presentadores personificando algo o alguien por ser un día temático, otro día verlos con uniformes escolares por el inicio de clases, otro verlos jugar dinámicas sin sentido y otro vestidos normalmente con buenas entrevistas o con pésimos invitados. Eso es Tu Mañana hoy. Un show de todo donde puede aparecer de todo, hasta sin sentido ni coherencia. Por mis críticas no favorables al show he sido calificado de todo por parte de algunos de sus talentos a cuadro y productores, pero también admito que varios de su crew están abiertos a la crítica y la aceptan, por lo menos públicamente, con respeto.

Pero a pesar de todos estos cambios y transformaciones que arriba menciono, para bien o para mal, lo cierto es que Tu Mañana cumplió 10 años de estar al aire y eso se tiene que celebrar.

Pueda que a usted no le guste el show o algunos de sus talentos a cuadro. Pueda que a usted, como a mí, no le gusten los berrinches, impertinencias y groserías de algunos de sus actuales host, inclusive, pueda que a usted el show como un todo le parezca de lo más burdo o que le encante y le sea súper divertido, pero es una de las pocas producciones locales que se mantiene de manera ininterrumpida al aire.

Y es que Tu Mañana cumple 10 años de éxito. Éxito comercial y éxito de audiencia lo que le permite celebrar con orgullo lo que pocos, dentro de ese formato, han podido hacer. Han sobrevivido en un país donde los shows de entretenimiento matutino no duran y en una franja donde su competencia directa no pudo.

Esto es bien interesante porque en Tu Mañana se han dado movimientos de talentos desde sus inicios y siguen siendo una de las opciones de entretenimiento con audiencia más fiel y sus "caras" de antes y de ahora, para un grupo importante de la audiencia de esa pantalla entrañables.

En su inicio, la producción ejecutiva de este formato, bajo la responsabilidad de la Sra. Estela Villarreal, supo seleccionar muy bien a sus host para apelar a audiencias de diferentes edades, sexos e intereses y siendo los únicos en el mercado les resultó a la perfección; después, a medida que se daban movimientos de talentos, se fueron incorporando "nuevas caras" que refrescaban la propuesta y hasta rompían patrones mal establecidos para ser un presentador.

Hoy, a 10 años de su estreno, este matutino está integrado por Karen Chalmers, Delyanne Arjona, Alex Medela, Charlie Cuevas, Michell Simons, Natalie Harris y Roberto Durán como los talentos estelares. Independientemente si gustan o no, son unos de los equipos más sólidos de toda la industria de entretenimiento en televisión local y eso se proyecta a sus audiencias con las que no solo tienen una relación de mucha cercanía, también de empatía. Esa solidez los hace verse como una familia que va más allá de las pantallas y eso mismo le proyectan a la gente a cuadro y en sus redes sociales y es ahí donde conectan. Y esa es la clave de un show de entretenimiento matutino: generar empatía. Una empatía entre host estelares, especialistas invitados y audiencias. Como una relación de familia. Ellos la tienen. Al César lo del César.

Los que saben de televisión de verdad, no esos que con un año en pantalla -y con shows porrrrrrquerías- ya se creen expertos en algo, saben que producir un show diario de dos horas y en directo no es fácil porque se tienen que cuidar detalles que van desde la buena selección de los presentadores, la correcta escogencias de expertos que además de saber del tema tratado sean buenos para televisión, segmentos interesantes, entretenidos y darle ritmo al show de manera constante para sostener a la audiencia cautiva.

Solo el hecho de hacer televisión en directo, diaria y por dos horas tiene mucho mérito porque eso se traduce en pantalla a dos horas que es lo que la audiencia ve, pero en trabajo de pre producción, post producción, investigación y seguimientos son más de 10-14 horas por día. ¿Entienden entonces por qué se tiene que celebrar que un show diario y en directo se mantenga por 10 años al aire?

La fórmula de Tu Mañana no está en su contenido que, reitero, muchas veces tiene mucho que desear y es terriblemente malo, está en la química entre sus talentos a cuadro que se ve reflejada en pantalla y que genera empatía con su audiencia fiel. Han sabido seleccionar talentos que no se ven plásticos, sobreactuados o que fingen y un buen equipo humano en el área de producción logrando que, 10 años después sigan al aire con éxito. ¡Felicidades a todo el equipo!

  • Un show de todo donde puede aparecer de todo, hasta sin sentido.

¿Charlatanes los de La Cáscara?

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Varios han sido los correos electrónicos de lectores preguntándome por qué no había publicado mi crítica sobre la nueva temporada de La Cáscara. Otros, los menos, me escribían asegurando que tenía miedo a publicar mi crítica de ese "show" dizque porque después Davis me asoleaba en Twitter e invitaba a sus miles de seguidores a atacarme. Nada más lejos de la realidad.

Yo he criticado duramente a La Cáscara y, sí, he recibido reacciones negativas de sus productores, talentos y seguidores, pero como todo se lo dejo al tiempo, todos en ese "crew" comprendieron que mis críticas no eran nada personal contra ellos y ahora hasta me invitan a sus fiestas y a ver su "show" cuando algo nuevo presentan.

Igual pasó con otros talentos de la industria que han sabido comprender que la crítica con el cerebro es una cosa y escribir con el hígado y corazón, otra muy diferente.

Lo cierto es que más allá de lo que muchos piensen, La Cáscara estrenó hace unas semanas su nueva temporada y de eso tengo que escribir. Esperé la evolución de su nueva propuesta a cuadro para analizarla y ver por dónde venían y tratar de comprenderles.

Partamos de algo importante. La Cáscara es uno de los "shows" emblemáticos de TVN. Pueda que a usted le guste o no le guste. Pueda que sienta que se quedó atrasado en los años de superéxito, que ya no son ni la sombra de antes o que están más modernos que nunca, lo que no se puede negar es que este "show" es parte del ADN del "prime time" sabatino de TVN, parte esencial de su programación de fin de semana y uno de los "shows" con el que más se relaciona la palabra "éxito" con la marca TVN.

Personalmente, y así lo he publicado, creo que muchas veces La Cáscara se estancó en una conveniente zona de confort. En esa zona donde muchos se sienten seguros porque les resulta, y por varias temporadas se veía un estancamiento muy peligroso para esa propuesta televisiva y para ellos como talentos.

Sus segmentos insignias dejaron casi de existir y ya no generaban nuevos talentos o personajes que realmente penetraran en la población, como lo fueron El Mimado, El Panameño, Paty La Chica Yeyé o El Funcionario, por mencionarles algunos. ¿Qué sugiero al respecto? Un replanteo de los actuales talentos y los papeles que personifican porque, al César lo del César, hoy absolutamente ninguno, como personaje, está haciendo click con la esencia de ese programa como un todo ni creando una masa cautiva por y para ellos ni para el "show", y no revisar eso va a hacer que pierdan fuerza.

En ese ir perdiendo fuerza en pantalla, inteligentemente y cuando pocos creían en el mercado web, los productores, visionando lo que sería el consumo del futuro, crearon hace muchos años, primeros que un montón de gente, su portal en internet con mucho éxito, inclusive con contenidos especiales solo para esa plataforma.

Y es que con todo lo que yo le puede criticar a este producto, siempre le aplaudiré que como empresarios son visionarios y en esa visión parece que detectaron ahora que los grandes medios y "shows" en el mundo, si bien están creando contenidos para las nuevas audiencias y nuevas plataformas de entretenimiento y consumo, también están volviendo a la esencia, volviendo a lo que les resultó, volviendo a sus raíces. Y es ahí lo interesante, novedoso y arriesgado de la nueva temporada de La Cáscara.

Los cerebros detrás de este programa han creado un "show dentro del show". En otras palabras, sus productores tienen dos "shows" en uno apelando a diferentes audiencias, pero sosteniéndose en la irreverencia, en la sátira o crítica política, en el sarcasmo y burla, pero sin dejar el picante que les caracterizó desde el día uno, y esa es la fórmula correcta para seguir en la batalla en esta industria dentro del rubro humor.

Sin temor a equivocarme –y de esto también les he escrito en años anteriores-, no creo que exista en toda la televisión nacional una pareja de "hosts" más explosiva que la conformada por Ubaldo Davis y Eddy Vásquez, y eso se comprobó en la pasada campaña electoral, cuando los vimos juntos en el "show" de temporada electoral.

¿Qué es lo mejor de la nueva temporada de La Cáscara?, evidentemente el segmento Cáscara Push porque se sale de sus patrones, porque apela a un público aún consumidor de la plataforma televisión y porque no deja de ser crítico e irreverente, pero sin los excesos de Carnavales y todo esto bajo la conducción bomba de Vásquez-Davis, que se complementan perfectamente uno con el otro porque los dos son unos cabrones superdivertidos y entrañables porque los hemos visto crecer por casi 20 años juntos. Son parte de una generación que crece, divierte y, sí, envejece con ellos. Replantear segmentos pero incorporando sus figuras-marcas. ¡Eso fue astutísimo! A eso súmele segmentos estelares como Charls Lattan que es otro cabrón maravilloso, más los nuevos segmentos aún por tomar forma, el resultado es correcto para los tiempos de consumo que vivimos.

La Cáscara se está replanteando en esta nueva temporada y eso era lo correcto. Solo queda ajustar las debilidades, aprovecharse de las fortalezas y no volver a caer en zonas de confort. No fueron charlatanes en su promoción de expectativa por la nueva temporada. Hasta ahora, cumplen.

  • Yo he criticado duramente a La Cáscara y, sí, he recibido reacciones negativas de sus productores.

Tras seis meses del año…

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Como todos los años, hago mi análisis de cómo veo la televisión tras los seis primeros meses del año, y tengo sentimientos encontrados.

Sí, sentimientos encontrados porque la televisión nacional, en algunos casos sigue en pausa. En otros, es terriblemente mala y manipuladora, por decir lo menos, y eso me aterra. En otros, se han visto avances en ciertos productos que nos dan esperanza o, quizá, no avances y sí propuestas que nos hacen pensar que no todo está perdido y que no todos los cerebros de los creativos o productores se han secado.

A diferencia de años anteriores, no criticaré pantalla por pantalla ni productos en específico, y sí la televisión local como un todo porque, para hacerlo de forma individual, podría escribir un libro.

Nuestra industria televisiva cada día está más llena, lamentablemente, de contenidos que no aportan nada a una persona inteligente. Lo lamento, pero hay mucho contenido bruto. Llena de chismes sobre la vida de gente que tiene de famosa lo que yo tengo de santo e impoluto, ¡nada! Pregúntese usted esto. Qué tiene de interesante saber si el tal Polo-Polo, que es conocido solo por semiencuerarse en bares, sale o no con la llamada "Pantera de Calle 7", Yoani Ben. Partamos de una gran pregunta que responde todo. ¿Es eso información? ¿Es eso noticia? ¿Son ellos noticias?

Y si cree que me equivoco, le voy con otro ejemplo. ¿Qué tienen de aporte a la población los romances o que estén "felices los cuatro" Patrick Vollert, Gaby Garrido, Ana Horna y el tal Johnny López? ¿Su vida o desmadres son noticia? ¿Cómo miden los seudoperiodistas de espectáculo y farándula –los de verdad– quién es famoso y quién no en Panamá? ¿Qué aporta lo que ellos hagan o no hagan o con quién salgan o sus escándalos? ¿Es periodismo eso que hacen mal disfrazado de información del espectáculo local? Solo analice si eso es información importante. La respuesta hablará de ustedes, no de ellos.

En otras fuentes pasan situaciones que también en los primeros seis meses del año nos deben invitar, a todos los que estamos en esta industria, a reflexionar. ¿Qué están haciendo, por ejemplo las fuentes de política? ¿Informan, desinforman o manipulan? Son las tres opciones que por lo menos yo veo en los espacios de opinión, análisis, debates o como quiera llamarles a esas mesas que más parecen de amigos que se reúnen a tomarse unos tragos y platicar. Espacios donde no se debaten los temas de interés para las mayorías y sí –si es que lo hacen– los temas "rating". En temas políticos, ya lo he escrito. Montones de personajes sin credibilidad alguna dándose golpes de pecho cual personajes que pueden salvar el mundo, todo bajo la bendición y el consentimiento de los productores y moderadores de estos espacios. Así de simple. Así de triste.

Y así me puedo ir a desmenuzar los noticiarios como un todo que siguen siendo, y desde hace muchísimos años, corregidurías, patios limosos, espacios para autoalabarse o espacios casi de lavanderas de las más pleque-plequeras. De esto no se salvan ninguno de los noticiarios comerciales. Ni Telemetro Reporta Ni TVN Noticias ni Nex Noticias. Excepto Sertv, que tiene un informativo que, literalmente, pareciera que reporta desde el Mundo Mágico de Disney, los demás son una cita diaria con el pereque, para comer ahí y para llevar.

¡Pero "que no panda el cúnico"!, no todo es tan tétrico. Hay proyectos especiales que en el primer semestre del año nos dan señales de esperanza, como Oye mi Canto de TVN, Top Chef Panamá de Telemetro, Atrévete de TVMax, Buscando a Colón de Telemetro Reporta, que son, por donde se mire, como una reconciliación, un rencuentro con la buena televisión de entretenimiento e información, con las familias y audiencias-medios para cada proyecto. Proyectos que representan espacios bien logrados, familiares, adultos y que apelan a que las audiencias vean televisión en familia, dependiendo de las audiencias a los que estén dirigidos, también televisión inteligente.

En deportes hemos seguido viendo como Sertv sigue dándole mordidas al pastel deportivo hasta hace poco solo devorado por TVN Media y Corporación Medcom, además de propuestas de documentales interesantes por RPC como apoyo a la selección mayor de fútbol.

En este primer semestre, otra de las revelaciones, que aunque no tienen que ver con televisión sí involucra a varios de la televisión: las redes sociales. Algunas redes sociales de talentos o extalentos van de lo patético a lo ridículo. Son burdas imitaciones o espacios de egolatría que revelan lo que son: gente que se cree estrella y no llega ni a estrella fugaz. Al haber muchos fracasados en televisión abierta o ser parte del grupo de los desempleados por ella, ahora apelan a los nuevos medios. Por favor, que alguien les diga que están haciendo el ridículo.

Fin del comunicado.

 

 

  • A diferencia de años anteriores, no criticaré pantalla por pantalla.

Go-rre-an-do ra-tings… ES-TA-MOS MAL

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Si usted quiere una prueba fehaciente del cómo los noticiarios pueden tocar asquerosamente fondo, el caso de la supuesta fiesta en la 24 de diciembre es un perfecto ejemplo. Partamos de una premisa. Noticias es todo aquello que le interese a las mayorías y que les afecte o no.

Yo pensé que era una broma cuando analizando los informativos me encuentro con que, por ser viral en las redes sociales el llamado de una joven a celebrar su cumpleaños, eso era, según los jefes de contenido de los noticiarios, información de interés público.

Si usted no sabe de qué le hablo, aquí va el contexto. Una señorita supuestamente residente en el área de la 24 de diciembre, imitando a otra señorita de México llamada Rubí, invitó por sus redes sociales a todo aquel que quisiera ir a su fiesta, eso sí, advirtiéndole que tenían que llevar lo que querían tomar. Sus formas peculiares de expresarse y su comunicación no verbal la hicieron a la vista de muchos, jocosa y por ende esto se hizo masivo en redes.

Lógico, en ese buscar protagonismo de un montón de gente mal llamada farándula local, se acercaron a ella algunos y otros se hicieron eco del caso por redes sociales y muchas personas, inclusive marcas comerciales importantes se montaron en este literal virus.

En ese afán de rellenar con lo que sea los noticiarios, eso fue parte del contenido. Eso era noticia según productores y encargados de esas áreas informativas. Obvio los diarios populares también se montaron en el tema o se contagiaron del vi-rus.

Desconozco en qué momento se perdió el nor-te en las áreas de noticias y se le abrió la puerta a cualquier contenido que de informativo no tiene na-da, de interés nacional no tiene na-da, de aporte a las mayorías no tiene na-da o que por eso se paralizará el país. En qué momento los con-tro-les de ca-li-dad por parte de los je-fes de asignaciones, de contenidos, productores y directores de noticias se les fueron de las ma-nos.

Y no, no me diga que porque es un tema viral en redes eso es noticia e importante. Esa sería una excusa bur-da digna de quiénes no tienen ¼ de in-te-li-gen-ci-a y mucho menos co-no-ci-mi-en-to de lo que es periodismo, de lo que es noticia y de lo que es información que debe aparecer en un noticiario.

¿Saben qué es lo más triste? Que siento los noticiarios espacios que reflejan la credibilidad o no de una empresa de televisión, sean ellos mismos los crean y promocionan personajes globos, entiéndase personajes inflados e inventados por ellos mismos.

Pero como yo no soy el dueño de la verdad, ni me las sé todas, vamos a creer que la fiesta en la 24 de diciembre es un acontecimiento de interés nacional y por ende es fundamental que sea parte del contenido de un noticiario. Siendo así, ahí van varias dudas como audiencia: 1 ¿En qué afecta o qué interés tiene esto para la gente que no tiene agua, que no tiene luz, que no tiene transporte o trabajo? 2 ¿En qué ayuda al país esta información en momentos en que la comida está cada día más cara y los servicios públicos siguen siendo, en su mayoría, un desastres desde hace años? 3 ¿Qué de interesante o revelador tiene esa fiesta que ayudará a resolver los escándalos de corrupción en el país y mala imagen de país fuera de nuestras fronteras? 4 ¿Qué tiene esto de aporte a una ciudadanía bien informada que se supone debe ser una de las misiones de los informativos? Por favor, respóndase usted que me lee estas preguntas y saque sus conclusiones sobre si un buen director de noticias debe permitir que esto sea parte de un noticiario.

Ya yo estoy cu-ra-do en salud. A mí no me sor-pren-de que hoy, mañana o el día de la fiesta los canales envíen sus unidades móviles para entrevistar a la cumpleañera en "vivo y en directo" como dicen ellos por este a-con-te-ci-mi-en-to nacional.

No me sorprende que los productores de los shows matutinos Tu Mañana Telemetro, Ají Nex o Jelou TVN tenga a la señorita en sus shows de invitada especial y la hagan más po-pu-lar. No me sorprende, ni un poquito, pronto verla sentada con Álvaro Alvarado de Telemetro Reporta, Fernando Correa de Nex o Castalia Pascual de TVN hablando de cómo solucionar los problemas del país y como unirnos en una sola causa: "su party". No me sorprende verla como participante especial de Esto es Guerra de TVN o Calle 7 de Telemetro como una guerrera que lucha por la fiesta de sus sueños. No me sorprende ver a los talentos de de Suelta El Wichi de TVMax, El After de RPC, La Mordida de Oye, Sin filtros de Oye, Mucha Noche de Nex, La Cáscara de TVN, Infraganti de Telemetro, Dizque Late Night Show de Oye o en Quién TV? De Telemetro peleándose en "vivo y directo" a ver quién la tiene primero en su set como host invitada.

Triste realidad. Estamos tan mal y falta de creatividad en algunos no todos que no me sorprende, na-da, ver a caras de televisión y algunos diz-que in-flu-en-ci-a-do-res de las redes go-rre-an-do tenerla con ellos para usarla. Go-rre-ros de ratings.

Disculpen la mal división de pa-la-bra-s.

  • Estamos tan mal y falta de creatividad que no me sorprenden,

Saliendo el payaso y soltando las carcajadas

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¡Qué risa! Más tardó mi columna en imprimirse en este diario que el hacerse realidad casi todo lo que en ella publiqué el pasado lunes. No necesité los superpoderes de Malcom Ramos para percatarme de lo que se venía.

Los medios lo volvieron a hacer y convirtieron la supuesta fiesta de la 24 de Diciembre –y a su protagonista– en dizque información y contenido de entretenimiento cuando cualquiera que sepa de, por ejemplo, periodismo, sabe que eso no es contenido para un noticiario que se supone es serio.

El lunes, la protagonista de la supuesta fiesta de la 24 de Diciembre se apoderó de varios "shows" o, mejor dicho, varios "shows" se apoderaron de ella. Hasta ahí, nada que sorprenda porque ese es el mecanismo que siempre han usado los productores de estos espacios para hacer "rating": montarse en la "popularidad momentánea" de alguien o de algo. En otras palabras, usar a alguien a su favor. Reitero, todo predecible, nada que sorprenda.

Lo que sí me dejó de una pieza fue la defensa de los presentadores de TVN Noticias Edición Matutina, pero más aún, la justificación de la Sra. Castalia Pascual y del Sr. Ikar Reyes, para que ese tema fuera parte de su espacio.

Quedé patidifuso porque, aunque a mí no me guste ni un poquito el estilo cizañero del Sr. Ikar Reyes en su segmento de entrevistas en Noticias AM, yo lo considero un hombre inteligente. Un hombre que por sus años en los medios sabe perfectamente que ese no es un tema para un informativo, pero cuando escuché la justificación de la Sra. Castalia Pascual, ahí sí se me descompuso el estómago porque nadie más que ella en TVN Noticias sabe, perfectamente, que su justificación fue burda y que tocar ese tema no buscaba más que "ratings" y montarse en un tema, supuestamente popular, para competir contra Álvaro Alvarado en la mañana del lunes. ¡Más na-da!

No conforme con eso, la señorita protagonista de la fiesta de la 24 era la invitada estelar de Jelou!, donde sus presentadores no escatimaron en vendernos la fiesta, a la organizadora y todo lo que estaba pasando alrededor de esto como un hecho importantísimo para "relajar" a la gente de tantas malas noticias. ¡Agárrenme ese trompo en media uña! Verlo era para llorar y poner a todos los presentadores de ese "show" a caminar de rodillas desde la sede de TVN hasta la 24 de Diciembre. Y bueno, así la fuimos viendo en otros espacios, obvio, todos usando a la protagonista de la supuesta fiesta a su favor. Ojalá le hayan, mínimamente, pagado el día.

Y es que es muy fácil montarse en la popularidad de un hecho o persona y sacar provecho de ello justificándolo de la forma que mejor les parezca, por eso quiero reconocerle, aunque a ellos les cueste creerlo, al equipo de Tu Mañana de Telemetro porque su manejo del tema fue bastante correcto, inclusive, muchísimo mejor que el manejo que le dieron Nex Noticias, Telemetro Reporta y TVN Noticias. Aquí, muy específicamente en el caso de la Sra. Karen Chalmers, que sin apasionamientos ni posiciones convenientes a sus intereses personales, se planteó el tema desde varios ángulos que, para la audiencia que sintoniza ese tipo de "shows", eran de gran aporte. Fueron planteamientos inteligentes, no populistas ni con rencores. No planteamientos busca "ratings". Muy bien, Sra. Chalmers, la felicito.

Pero hay algo que me tiene mucho más decepcionado, preocupado y hasta molesto porque es abrirle la puerta a la ignorancia, y eso es el que sea más importante el tema viral de la supuesta fiesta en la 24 de Diciembre que los 30 años que el lunes se cumplían del nefasto viernes negro.

El tiempo aire que le dieron los canales comerciales, específicamente los noticiarios, al tema de la "popular fiesta" fue superiorísimo al que le dieron a un hecho tan doloroso para todos como lo fue el viernes negro, que además cumplía 30 años. Para los productores de noticias y sus directores era más importante dedicar más tiempo a un tema viral que no aporta na-da a na-die –con la excusa dizque del poder de las redes sociales– que a recordarnos un hecho noticioso que es parte de la historia más dolorosa de este país y que, por los tiempos que viven países de la región, debemos recordarlo para que no se repita en Panamá.

Un director de noticias que se respete jamás hubiera permitido que cumpliéndose 30 años del viernes negro, una fiesta hecha viral en redes fuese más importante. Jamás hubiese permitido que un hecho histórico pasara casi sin pena ni gloria, reitero, en momentos en que el país lo que más necesita es que les recordemos a muchos lo que no queremos y le enseñemos a la nueva generación lo que pasó para que comprendan mucho del presente.

Es triste, es patético, es decepcionante que "La Polla y su fiesta" sea más importante que los 30 años del viernes negro. Y así dicen que quieren un mejor país. No lo digan, demuéstrenlo en sus pantallas, sean coherentes.

 

 

  • El lunes, la protagonista de la supuesta fiesta de la 24 de diciembre se apoderó de varios shows

Oye mi canto y lo tóxico

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Usted que me lee sabe que soy enemigo de esos espacios que son protagonizados por niños para que los vean adultos. Por eso mis críticas a Canta Conmigo de TVN y Pequeños Gigantes de Telemetro, en su momento, fueron durísimas y en eso me sostengo. Eran espacios horrendos en los que se usaban a los niños y su inocencia para entretener a los grandes de la casa. Eso, a todas luces y por donde se mire, es deleznable.

Yo no voy a entrar en esa pelea tonta de si hubo trampa o no en la final de Oye Mi Canto, show estelar de temporada de TVN Media y que terminó anteayer. Tampoco en si ganaron los que no debían ganar o si debieron ser otros y mucho menos a caer en esas críticas huecas y muy tontas por cierto, de criticar el contenido –en entretenimiento- de una pantalla por quién sea su dueño. Sin ser experto en nada, 'Oye Mi Canto' lo ganó el equipo que mejor lo hizo. Punto.

Yo prefiero centrarme en lo que recuperamos como audiencia y que para mí es lo más importante y eso es el ver televisión en familia porque más allá de ver quién ganó Oye Mi Canto, lo realmente importante es esa reconciliación de pantalla TVN los miércoles con un contenido no tóxico, no asqueroso, no abominable, no deleznable, no porrrrrrquería. No olvidemos que la producción nacional de TVN el año pasado en la franja de 9p.m. de lunes a viernes fue de bazofia para abajo; por eso es que Oye Mi Canto no se tiene que ver como un show más, se tiene que ver como la recuperación de espacios perdidos para el entretenimiento familiar.

Yo sé que 'Oye Mi Canto' no era una producción impecable. Yo sé que recurrieron a muchas zonas comunes. Yo sé que tenía mucho que mejorar, pero como crítico de televisión también sé que como espacio de entretención familiar cumplió, pero además envió mensajes tan importantes que ojalá usted que me lee haya podido identificar como lo fue el amor de familia, la solidaridad entre compañeros, el compañerismo, el amor entre hijos-padres/padres-hijos. La figura de un papá en el hogar.

Y es que es muy fácil despotricar en redes sociales de la producción nacional, pero consumimos porquerías en televisión internacional o en Internet. Es muy fácil leer y escuchar cómo se critica 'Oye Mi Canto' pero consumieron Big Brother y toda la porquería que eso implicó y aún representa. Entonces, ¿de qué hablamos?

Si TVN o el canal que sea pauta un show familiar y no lo consumimos, ¿de quién es la culpa de que exista porquería en televisión? ¿O me va a decir que ese montón de realitys que existen y que se pueden ver por cable son merecedores de su aplauso por buenos, por familiares o porque aporten algo? Así como les pedimos a las televisoras que dejen la doble moral y el doble discurso, también como audiencia tenemos que hacernos una autocrítica de lo que consumimos y lo que apoyamos con nuestra sintonía.

Oye Mi Canto fue un show familiar. Punto. Ahí no se vieron chismes, ni mala leche entre participantes. Ahí no se vieron a niños ser tratados como adultos ni ser tratados como cabareteras. Ahí no se vieron ni nalgas ni tetas ni robaderas de maridos ni acostones entre participantes ni noche de copas ni noches locas ni chismes sobre la vida íntima de sus adultos participantes. Ahí no vimos a la mariconera que caracteriza a los shows de fin de semana ni tampoco, en toda su temporada, un segundo de vulgaridad.

 

Así como este show lo podía ver una familia entera, también lo podía ver un niño solo porque a diferencia de otras producciones de esa misma casa, sus encargados se cuidaron de no cometer ni de incluir temas que atentaran contra lo que ellos mismos buscan como marca: cuidar su imagen.

 

Yo recibí mensajes de gente que reclamaba el cómo era posible que la Sra. Carolina Dementiev era la presentadora y me contaban unas historias de terror sobre ella buscando que yo la despellejara, pero se jodieron porque por un lado no hablo de la vida privada de nadie y, por el otro, si algo tiene la Sra. Dementiev, a quién he criticado durísimo por otras cosas en televisión, es precisamente que no habla de su vida privada y eso yo se lo aplaudo de pie. Por mucho que se le critique, la Sra. Dementiev hizo un trabajo digno, un trabajo en el que se le vio sensible, no se le vio plástica y supo tratar a los niños con la misma ternura que de seguro ella quisiera que traten a su hijo porque ahora como madre siente diferente y eso se notó en cada gala. Sra. Carolina Dementiev, siéntase bien. Usted hizo un buen trabajo como host. Punto.

Si usted esperaba al leer el título de mi crítica una destrucción a TVN, se equivocó. Oye Mi Canto no fue un éxito que paralizó las noches de los miércoles. Eso es cierto, pero sí fue un producto que nos invitó a ver televisión familiar, televisión sana, Un show que cuidó la dignidad de los participantes tanto adultos con menores y que no tuvo un segundo en toda su temporada de tóxico para ganar audiencia. Con eso yo me quedó. Bien por TVN y todos los involucrados.

  • Sin ser experto en nada, 'Oye Mi Canto' lo ganó el equipo que mejor lo hizo. Punto.

Confirmado, eran gorreros

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Vestidos y alborotados. Yo nunca he vivido esa experiencia, pero debe ser horrible que te dejen vestido y alborotado para ir a una fiesta. Y así debe sentirse ese poco de seudoinfluenciadores. Ese poco de talentos, politiqueros aprovechadores y medios que pretendían tener su momento de gloria con la muy anunciada y cero realizada fiesta en la 24 de Diciembre. Algunos, por su poca capacidad o nulo talento, vieron en ese "virus" su momento para salir de la lama. Esto fue burdo: desde politiqueros hasta marcas. Desde talentos hasta desconocidos. Todos aprovechándose de un momento que a todas luces se veía no tenía ni pie ni cabeza. El tiro les salió por la culata y quedaron como "excitados perdidos en feria"… Por decirlo decentemente.

Yo estoy feliz de que esto haya pasado porque en dos columnas anteriores se los manifesté. Estábamos ante un globo inflado por los medios y por gente inflada y, como todo lo inflado se desinfla, ahí están los resultados: cero fiesta el pasado 15 en la 24. "Ahora" cero atención con la protagonista de la supuesta rumba, cero aparición de ella en los noticiarios. Ya la usaron y ella se dejó usar, pero ya no les sirve. La protagonista del "tema viral" no quería gorreros, pero como gozó estar rodeada de varios. Era tal el aprovechamiento que, inclusive, "supuestamente" un canal de televisión pagó los derechos de exclusividad de la protagonista de este "virus de redes" para que solo saliera en sus pantallas. ¡Bár-ba-ros! ¿Qué harán ahora con ella? ¿Congelarla? ¿Convertirla en "anchor" o "host" de esa televisora? ¿Participante de algún mal llamado "show" de realidad? ¿Le crearán un segmento en noticias para también dizque bucear en las alcantarillas o decirnos dónde hay huecos en la calle? ¿En sus "shows" de entretenimiento matutino, vespertino o nocturno? ¿La obligarán a hacer la fiesta de todas formas? ¡¿Qué harán?! Todo lo que sube como palma, baja como coco.

Lo lamentable de esto, que no tiene nada que ver con la protagonista, es, reitero, el poco olfato periodístico en varios medios, el poco o nulo respeto a los contenidos noticiosos, la nula capacidad de análisis de ellos como fuerza informativa, el lamentable desconocimiento de lo que es noticia y de lo que no es noticia por parte de quienes decidieron sacar eso como información y que se traduce en subestimar la inteligencia de las audiencias y, obvio, dejar "al descubierto" cómo la gente sin talento se monta en cualquier hecho que le dé exposición para tener presencia mediática y ahora en redes sociales.

Con esto perdieron todos. Presentadores, seudoinfluenciadores, marcas noticiosas, marcas comerciales y hasta politiqueros porque lo único que fue realmente cierto en todo esto es que todos se aprovecharon de todos. Verlos era como mirar un estanque de pirañas. Fue burdo, fue patético, fue vergonzoso porque nos dice que son capaces de hacer de todo, inclusive usar a un ser humano, por sus ambiciones personales, comerciales y politiqueras.

Pero este caso tiene otra lectura mucho más triste para mí. Panamá –para los medios, seudoinfluenciadores, talentos, politiqueros y demás- está ausente de líderes y figuras que muevan las masas en positivo o de otra forma y recurren entonces a lo más fácil: crear personajes globos. Montarse en cualquier cosa momentáneamente popular para sacarle provecho, para sacarle beneficios en popularidad, dinero e imagen-marca.

No dudo que pronto veremos a la protagonista repartiendo bolsas de comida en los barrios populares, visitando asilos para regalar chapas a abuelas bocachas, celebrando una fiesta con "bomba y plena" para niños abandonados o llevando canastillas a una sala de recién paridas en la fecha de la fiesta… si es que se realiza, todo en nombre de la solidaridad de medios, marcas, talentos taquilleros, influenciadores y politiqueros, obvio, para limpiar imagen y seguir sacando provecho. Después de estar vestidos y al-bo-ro-ta-dos, no les queda de otra. ¡Confirmado, son unos gorreros!


Yo estoy feliz de que esto haya pasado porque en dos columnas anteriores se los manifesté. Estábamos ante un globo inflado por los medios.

¡Qué bolas las de ustedes!

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Lo admito. Estoy feliz porque el "show"¡Qué bolas! del canal Nex cumplió un año al aire y desde el inicio creí en ellos. Creí que pantalla Nex con este "show" sí demostraba sus bolas y así fue. A las pruebas me remito.

Algunos de seguro se preguntarán ¿y qué tiene esto de novedoso este aniversario si Nex tiene muy poca audiencia? Pues tiene mucho, no solo de novedoso, también de importante porque estamos hablando de la producción para adultos masculinos más irreverente y atrevida de toda la televisión local. De la producción mejor manejada para adultos con criterio formado de toda la televisión y, además, dedicada a un sector de la audiencia pocas veces atendido como es el de los varones al que, según los programadores, solo s interesa ver deportes. ¡Solo eso los hace únicos!

Pero si no es suficiente para usted este sustento, le cuento que estamos hablando de una producción que no ha sufrido traumas ni cambios al aire como la mayoría de productos de pantalla 21. Una producción que pueda que a usted le guste o no, que la vea o no, que tenga audiencia o no, pero es una producción que no ha perdido su esencia, que no ha tenido cambios de talentos en todo un año, una producción que no se ha defraudado a ella misma en su forma y en su fondo. Una producción dentro de la franja de entretenimiento para adultos, bastante bien lograda y que desde el inicio recurrió, en su mayoría, a talentos no reciclados de otras pantallas, pero tampoco desconocidos lo que ya era un plus para el proyecto.

A diferencia de varias producciones de TVN Media, de Corporación Medcom o del mismo Nex, donde entra y sale gente en lo que dura un parpadeo o donde sus formatos quedan siendo transformados a lo que algunos quieran y no a lo que prometieron a su audiencia, esta producción se mantiene intacta; igual que desde el inicio. Y eso se traduce, en televisión, en confianza de una audiencia cautiva, de una audiencia que confió en ellos desde el inicio y que de seguro los acompañó todo el año.

Y es que los irreverentes de ¡Qué bolas! son unos literales cabrones que no fingen ser lo que no son. Esos cuatro perversos no se venden como una cosa a cuadro y en la realidad son otra como pasa con un montón de gente de la industria. No son tira la piedra y esconde la mano. Son morbosos, sí, lo son. Son atrevidos, sí lo son. Son desbocados, sí lo son. ¡Y eso demostraron desde el día uno!

Ricardo Jaramillo, Christian 'Maestro Pipón' Torres, Ricky Blu y Alfonso 'Foncho' Carrasco se acoplaron muy bien desde el inicio y ahí está el resultado. Un año de ser, como lo escribí en su momento, el espacio en el que cuatro dementes hablan sus locuras. El espacio en el que mujeres sin "pelos en la lengua" les siguen la corriente y son capaces de revelar sus más íntimos deseos carnales en televisión nacional en una franca y hasta atrevida conversación, pero donde las cuidan, donde no se humilla a nadie, pero se divierten todos; pero también el espacio en el que se educa sobre sexualidad y diferentes temas de adultos de forma entretenida y sin recurrir a excesos ni tabúes hipócritas.

Sus talentos a cuadro saben usar la irreverencia, el doble sentido, el coqueteo, el morbo para educar divirtiendo y eso, en un país donde los extremistas, santurrones y doble moralistas abundan, se aplaude. Tocan los temas sin miedo, pero sin excesos. Hombres todos adultos, no chiquillos, con experiencias personales diferentes entre ellos que hacen muy entretenida la propuesta. Yo, un año después, los sigo celebrando. ¡Felicidades, cabrones!

 


Y es que los irreverentes de ¡Qué bolas! son unos literales cabrones que no fingen ser lo que no son.

Guerra de… TVN

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Estimados amigos de TVN:

Yo sé que ustedes, desde que iniciaron las publicaciones de mi columna, no han gustado ni de mí ni de ellas. También es público que me han acusado de apoyar más las producciones de Telemetro que las de ustedes, inclusive, han llegado a decir –en su momento– que recibía dinero de Medcom para golpear sus "shows". Es más, para varios de sus talentos a cuadro, sin profesionalismo ni credibilidad alguna, cuando es una crítica positiva para ustedes, soy el mejor, cuando es lo contrario, no sé nada de televisión. Sé que el tiempo demostró lo equivocados que estaban todos y que yo nunca escribí con el hígado, tampoco con el corazón.

Por eso hoy yo quiero decirles ¡Gracias! Sí, gracias porque sus dos últimas producciones especiales de temporada, Oye Mi Canto y Esto es Guerra o Amor, demuestran que quieren entretener y divertir a las audiencias en forma positiva. Que quieren que la gente se quede con un buen sabor de boca al ver sus propuestas de entretenimiento entre semana. Que quieren que nos sentemos a ver televisión divertida y en familia.

Y es que con todo lo que algunos quieran criticarle a su nueva producción Esto es Guerra o Amor, no hay forma de no aplaudirles el haber apostado al entretenimiento sano en su "prime time". A la televisión divertida y familiar donde reunieron a talentos del patio entrañables para algunos y no tanto para otros, y sacarlos de su zona de confort para entretener. No recurrieron a porrrrrrquerías y sí a invitar a su audiencia a reírse en momentos en que lo negativo parece superarnos.

Esto es Guerra o Amor, aunque con una producción bastante sencilla, recurriendo a escenarios de otros proyectos de la misma línea y dinámicas de otros "shows" de televisión por cable, fue divertido desde el minuto uno hasta el final. Verlos fue como una válvula de escape entre semana, fue desconectarnos por dos horas de tanta información tóxica de cosas que pasan en el país y disfrutar para que los jueves arranquemos de buen humor.

A mí no me importa si son dinámicas de otros "shows", si usan la escenografía de otros programas o si a la gente le gustan los talentos participantes, Esto es Guerra o Amor tiene lecturas que van más allá de un simple "show" de televisión, como el amor de parejas, la diversión entre esposos, el conocer a gente popular más allá de sus profesiones, pero sin meterse en sus vidas privadas; en ver las reacciones de una pareja enamorada cuando se trabaja en equipo por lograr una meta, y un montón de aportes positivos que podría escribir tres columnas.

Y refiriéndome a lo positivo, quiero hacer énfasis en algo muy importante y que fue fundamental para que fuera un "show" redondo, completo y entretenido y eso fue el papel del Sr. Domil Leira y la Sra. Bettina García. Ambos, como pareja "host" de este "show", lo hicieron muy bien, diferenciándose -y mucho- con su trabajo de las tardes, lo que hizo que no se viera el programa como una extensión del de ese horario.

¿Pero saben qué es lo más rescatable de todo esto para mí? Que ustedes en TVN me están callando la boca y están demostrando que son capaces de entretener y mucho, sin recurrir a porrrrrrquerías como el año pasado. Que pudieron sacar un "game show" en "prime time" sin recurrir a ninguno de los mal llamados hermanitos ni a personajes-globos ni gente polémica para que los vieran y generar "ratings" fácil. La producción hizo una buena selección de talentos participantes y el resultado fue de risa en positivo. Como producto de entretenimiento en formato de "game show", Esto es Guerra o Amor cumple con todo: es dinámico, tiene ritmo, es ágil a cuadro en su dirección de cámaras, es divertido y está, dentro de lo básico, bien producido. Quien los critique en negativo por este "show" no sabe de televisión de entretenimiento familiar. Punto. ¡Bravo, TVN!

 

 

 

 

 


ustedes en TVN me están callando la boca y están demostrando que son capaces de entretener.

Talentos, con Mayúscula

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Como saben, nuestra televisión está repleta de gente sin talento o, con él único talento de encuerarse más rápido que lo que dura el traqueo de un dedo. Gente que no tiene la capacidad de construir una oración porque el cerebro no les da para eso. Gente que sin encuerarse o generar polémica en televisión, no tienen nada más que hable de ellos o por ellos. Entiéndase gente muy torpe, pero astuta.

Basado en eso, es justo reconocer el trabajo de talentos nuevos, que aunque con deficiencias como todos las tenemos, a cuadro hacen un gran esfuerzo por presentar un trabajo digno, un trabajo que refleja el respeto por su profesión, por su empresa, por su nombre, pero sobre todo por su audiencia.

Ese es el caso, por ejemplo de la Sra. Nathalia González del show "Jelou" de TVN. Desconozco si los productores de ese show están conscientes del talento que tienen, pero bien guiada, inteligentemente orientada y si ella decide aprender más y más, estamos ante la nueva presentadora estelar de TVN. Ella no solo se ve natural en su comunicación verbal y no verbal, también refleja compromiso con un buen trabajo. Tiene buena dicción, buen manejo de cámaras, se ve bien a cuadro y está por lo menos hasta hoy lejos de escándalos buscados para generar ratings o popularidad y lo que de ella se habla, casi siempre, es de su trabajo a cuadro. Reitero, es talentosa y estamos ante una figura realmente nueva en la presentación de shows en directos, pero que bien le puede dar clases a varias de las que la acompañan en las mañanas. ¡Bien Nathalia!, no se desvíe.

Pueda que a usted no le guste la columna de hoy porque no le doy una arrastrada a nadie o a ningún show, pero un crítico de verdad es aquel que tiene la capacidad aplaudir, sin esperar nada a cambio, el trabajo bien hecho, un proyecto bien logrado o una producción digna y es eso lo que quiero hacer hoy y le sustentaré el por qué.

Otro talento que está haciendo un trabajo profesional y digno es la colega Milagros Córdoba de Telemetro. Aunque ella tiene un par de años ya siendo parte de la fuerza informativa de Telemetro Reporta, es joven y no es hasta hace algunos meses que realmente le hemos visto sus colmillos periodísticos con la serie de piezas en el género reportaje muy correctas, periodísticamente bien logradas, muy balanceadas y, sobre todo, interesantes y de agenda propia de esta pantalla lo que lo hace aún más valioso. En el caso de ella, con su trabajo a cuadro, estamos ante una colega que aporta contenido inteligente al noticiario y que no ve como varios del resto de sus colegas -con años a cuadro- que se sentaron en su zona de confort y todo lo que presentan es predecible. ¡Bien Milagros!

Igual pasa con el chef Alexis Sitton del programa Ají de Nex. Si usted no lo sabe le explico. Cuando un productor seleciona sus talentos a cuadro, una de las características principales es que genere empatía con las audiencias y, en el caso de especialistas, se busca que tenga esa facilidad de hacer clic entre lo que hacen, sus compañeros a cuadro y las audiencias. El señor Sitton cumple con ello. Es una cara fresca, sabe hacer su trabajo correctamente, se centra en sus platos, transmite sus conocimientos con sencillez, pero sin dejar de ser profesional y exquisito en lo que presenta con su arte culinario. Es eso, exactamente lo que se busca en un casting de un chef. Que conecte con las audiencias y que él no quiera ser más importante que lo que prepara. Es bueno en lo suyo. Hoy, el mejor. ¡Provecho Sitton!

Otro talento del área noticiosa que está haciendo muy bien su trabajo, inclusive mejor que muchos con más años a cuadro que él, es el Sr. Isaías Cedeño de TVN Noticias. Sus trabajos cada vez más completos y con un corte internacional que no tienen ninguno de los otros de su canal ni los competidores. Sabe cuándo usar los 'stand up' de forma precisa, sus notas son muy redondas y hay coherencia entre lo que dice y presenta. También es un talento nuevo que, si no se marea en un ladrillo y sigue haciendo periodismo antes que show, como muchos, va a llegar lejos. ¡Buen trabajo Sr. Cedeño!

Sin ser clarividente, sin creerme Malcom Ramos y su poder de ver lo que viene. Sin ser sobrino de Samantha ni conocer sus predicciones o baños poderosos y mucho menos creerme la versión televisión del Inca Amaro, estos cuatro talentos, sí, bien guiados y con los pies en el piso darán mucho, en positivo, de qué hablar por su trabajo. Anótenlo. Ojalá no se marren, como muchos, en tan poquita agua. Yo aplaudo el talento. Lea bien, el TALENTO, en mayúscula.


Es justo reconocer el trabajo de talentos nuevos, pese a algunas deficiencias que saltan a la vista.

Calle… asqueroso

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Asqueroso es la única palabra que me viene a la mente con los hechos ocurridos en el "game show" vespertino de Telemetro, Calle 7, que de competencia no tiene nada y lo que sí es de verdad es la ausencia cada vez más de ella, aunque parece que la porrrrrrquería, el mal gusto y los malos ejemplos ahí sobran y son de verdad.

Si usted no lo sabe, le pongo en contexto. El miércoles se dieron hechos de violencia entre dos participantes. Usted me dirá ¿qué tiene eso de nuevo si parece que eso es costumbre en ese proyecto ahora? Pues mucho. Calle 7 es un "show" que inició como competencia dura y pura entre rojos y amarillos. Un "show" que en su esencia es bueno y una producción que, como producto, es completa, compleja y no fácil de hacer por llevar componentes humanos, técnicos y emotivos, todos a cuadro. Cualquiera que sepa de verdad de producción de televisión, sabe que producirlo a diario no es fácil, es un reto porque se tiene y debe mantener a una audiencia cautiva y a unos participantes que ayuden a darle ritmo a un "show" que puede caer, precisamente por diario, en zonas de confort.

Hoy, lamentablemente, Calle 7 es como una agencia de buscar marido y mujer, pero televisada -igualito que el "show" vespertino de TVN-, además es hoy, reitero, un espacio abominable en el que, al parecer, sus encargados y productores están permitiendo que pasen las aberraciones más terribles que uno pueda ver en horario vespertino familiar.

Calle 7 dejó hace mucho tiempo de ser ese espacio competitivo e interesante y lo han convertido en lo que es hoy, un vulgar "show" de peleas, de pleque pleque, de buscar marido y mujer y, reitero, parece, si es por lo que sale a cuadro, con la bendición de los encargados.

Si ese es el Calle 7 que nos van a seguir dando y esos los valores Calle 7 que tienen sus competidores, estamos ante una muestra terrible de antivalores, de anticompetencia y de aberración televisiva en un horario en el que montones de niños y adolescente, sobre todo en los barrios, sintonizan ese "show", repiten en sus barrios las dinámicas, juegan a ser amarillos o rojos, y hasta los ven con admiración. ¿Comprende lo que esto significa en un país donde cada vez vemos menos tolerancia entre panameños o entre panameños con extranjeros?

¿No les parece a los productores de Calle 7 y a los ejecutivos de Telemetro que ya suficiente violencia tenemos en el país, en sus propios informativos, para que ahora un "show" que les enciende la pantalla en las tardes sea violento? ¿No les parece a los productores de Calle 7, a los ejecutivos de ese canal y a los encargados de responsabilidad social suficiente con los videos de violencia que una y otra vez presentan en su noticiario AM y que repiten al mediodía, en el estelar y en la noche para que también tenga su audiencia que ver ofensas, golpes y agarrones en un "show" en horario vespertino que, se supone, invita a la competencia dura pero sana?

¿Saben qué es lo más terrible de todo esto? Que después de los hechos violentos, en el resto de su programación regular promocionaron una y otra vez la "pelea" entre participantes. ¿No se conformaron con la pelea dentro del "show"? ¿También era necesario hacer "show" de la "pelea" y promocionarlo una y otra vez en sus pantallas?

Ustedes pueden ponerles todas las penalidades o castigos a los involucrados en este hecho de violencia televisiva que les dé la gana. Eso no soluciona nada, eso no mejorará el mal ejemplo que están siendo, eso no aportará nada y, si de verdad están arrepentidos de que eso se haya salido de control y fuera parte de su programación, lo correcto y lo coherente es expulsar a los involucrados y que nunca más aparezcan a cuadro ni en ese ni en otro "show". ¿No son una pantalla socialmente responsable? ¿No pide el Sr. Álvaro Alvarado control y tolerancia en las mañanas cuando una y otra vez presenta videos de gente golpeándose en las calles? ¿Entonces? ¿Qué harán? ¿Más "show" del patético "show" para ganar "rating"? ¿Son esos los valores Calle 7? Asqueroso.

 

 

 

 


Calle 7 dejó hace mucho tiempo de ser ese espacio competitivo e interesante y lo han convertido en un vulgar "show" de peleas.

Mis aplausos…

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Yo tengo que felicitar a TVN, Telemetro y Nex por la excelente cobertura periodística del pasado jueves con referencia a las publicaciones de un diario español.

Sí, yo tengo que felicitarlos porque se comportaron a la altura, sin miedos, con objetiva, balance periodístico e informativo; buscando todas las partes involucradas y fuentes orales que realmente aportaran al debate y análisis del tema.

Yo cuando observaba las tres pantallas a la vez me decía, "Wao. Al fin estamos ante verdaderas maquinarias informativas que da gusto sentarse a sintonizar por completas. Al fin alguien está poniendo orden en cada pantalla y empezaremos a ver más periodismo y menos shows. Al fin la calidad está superando a la mediocridad y el mal gusto. Al fin están pensando más en el país y menos en los ratings. Al fin están recurriendo a fuentes orales que vale la pena escuchar". ¡Bravo TVN! ¡Bravo Telemetro! ¡Bravo Nex!

Pueda que a usted le guste o no una de esas pantallas, pero lo que sí es cierto, es que cada día se posesionan más como fuente de información para sus respectivas audiencias y eso es lo que debe buscar y con lo que debe cumplir un informativo: informar con balance o con objetividad como dicen los periodistas.

Yo no sé si usted que me lee los observó, pero las tres pantallas hicieron un esfuerzo de cobertura que pocas veces le hemos visto. Sus presentadores no manifestaron, como debe ser, un segundo de inclinación a favor o en contra del tema o de los personajes involucrados. Sus fuentes y entrevistados era de tal calidad que yo babeaba del gusto porque al fin estaba viendo algo que me daba señales de calidad informativa.

Y ahí quiero hacer una pausa y aplaudirles de pie y sobre tachuelas a las tres pantallas porque recurrieron a las fuentes de mayor prestigio y credibilidad del país. Gente que son ejemplos para todos porque sus planteamientos solo buscan el interés del país, no ganar puntos politiqueros.

¿Cómo no aplaudirles el buscar reacciones de gente – que hable sobre corrupción- que están más señaladas que un reglamento de tránsito precisamente por escándalos similares? ¿Cómo no aplaudirles el buscar reacciones de gente que su ejecutoria pública tiene 0.0% de transparencia para que hablen de qué hacer en estos momentos? ¿Cómo no aplaudirles que nos digan que son ejemplos para la población y tienen licencia para opinar de otros, gente que tienen expedientes abiertos por supuestos malos manejos? ¡Pero por Dios! cómo no aplaudirles el que busquen a dirigentes empresariales para que den lecciones de manejo prístino de la cosa pública si ellos viven en permanente estado de "mute" y no han expulsado de sus filas a sus colegas empresarios y/o bancos cómplices de la corrupción? ¿Cómo no aplaudirle que exministros o directores de entidades, señalados precisamente por supuestos manejos turbios, sean referencia para hablar de corrupción y manejo correcto de los recursos de los panameños? ¿Cómo no aplaudirles esas fuentes orales que, cuál pirañas, babean por llegar al poder o seguir en el poder pero guardan silencio cómplice antes los desastres de las administraciones de sus respectivos partidos o el papel de sus diputados en la Asamblea Nacional? ¡Gracias por llamar dirigentes Prd's, Cd's, Panameñistas y Molirenas que no han hecho un mea culpa de las gestiones donde han sido administradores del país, pero sí hablan de corrupción de los demás! ¡Gracias por decirnos que diputados son ejemplo de anticorrupción para los demás! Gran referencia. ¡Pero no sean tan injustos TVN, Telemetro y Nex! También llamen al Sr. Guardia Jaén que bien puede ser referencia, según ustedes, del manejo ultra transparente que debe tener un funcionario. ¿O le van a crear un segmento en sus informativos -que haga obvio desde su casa - de finanzas y de cómo ahorrar?

Los noticiarios son la columna vertebral de un canal de televisión. ¿Todavía no lo comprenden? Panamá necesita que le demos espacio los medios para el debate a personajes que piensen en el país, no en su hambruna de poder. Al ser los medios las ventanas para que gente sin moral alguna se vendan como impolutos están siendo cómplices de esa corrupción que tanto dicen querer erradicar del país, pero más terrible aún es el ejemplo de gente "honorable" que dan a sus audiencias. Si eso es lo que buscan, los felicito a los tres. Lo están haciendo muy bien. Mis aplausos.


Al fin alguien está poniendo orden en cada pantalla y empezaremos a ver más periodismo y menos shows. Al fin la calidad está superando a la mediocridad y el mal gusto.

Top Final

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No sé si a usted le pase lo mismo que a mí, pero con la final de Top Chef Panamá, me queda una sensación de que despido a un buen amigo. A un amigo entrañable con el que me reunía una vez a la semana a comer de todo por dos horas y disfrutar de una buena compañía. Un amigo de confianza. Un amigo hambriento con el que creé las #nochesdehambre.

Y es que eso es el ejercicio de ver televisión. Sentarte a disfrutar con gente que se convierte en entrañable para ti. Eso es lo que logra un "show" tan bien presentado como producto televisivo. Eso es lo que logró por segundo año consecutivo Top Chef: reunir a mucha gente a ver buena televisión local los lunes en la noche. Reunir a gente que ni siquiera se conoce a comentar un "show" en redes sociales, pero a comentarlo por bueno, no porque en él se enseñen nalgas, tetas, ventilen su vida privada o porque en ese espacio se presente lo peor de un ser humano.

Top Chef Panamá, producción de Telemetro, es –dentro del menú de la oferta televisiva producida en el país– el plato más "gourmet", el más caro, el mejor preparado, con los mejores ingredientes, un plato bien presentado, finamente decorado y muy sabroso en el que se midió minuciosamente cada uno de los condimentos para que amarrara a su audiencia y se lo devorara por completo desde el primer bocado.

Así como hace unos días le di una palera sin compasión a producción Telemetro por Calle 7, hoy quiero aplaudirles por Top Chef Panamá. No tienen justificación alguna para no sentirse orgullosos de ofrecerle a su audiencia un producto bueno en su forma y en su fondo. Un producto que, a pesar de las limitantes que podamos tener como industria hoy día, no perdió su calidad ni tiene nada que pedirles a producciones extranjeras.

Top Chef Panamá cumplió y en ese cumplir se dejaron muchas lecciones que no quiero no saborear y compartirles para que ustedes también lo hagan, como el que de una caída o eliminación puedes levantarte, regresar y ganar limpiamente un concurso. Lecciones tan claras como el ver unión entre hijos y padres cocinar dentro de un "show", lo que hace que eso se quiera replicar en casa. Lecciones como el sentirnos orgullosos de nuestros productores, de nuestra gastronomía cada vez más elevada, pero también de nuestra tortilla, de nuestra carimañola, de nuestro guandú o de nuestro delicioso arroz con coco, por mencionarles algo de nuestra comida popular.

Pero además, Top Chef se convirtió en una escuela televisada de cocina porque muchos conocieron de términos gastronómicos y el significado de cada uno, vieron cómo se hacen, limpian y cocinan ciertos productos, cómo se hacen y decoran postres, entre un montón de aportes a los amantes y no de las artes culinarias.

Como producto para televisión comercial, Top Chef Panamá también cumplió porque una producción ambiciosa y costosa como esa tiene que superarse año tras año y lo lograron. Esta edición fue abismalmente diferente a la anterior y eso ni la hizo aburrida, ni la hizo predecible ni permitió que nos aburriéramos. Si yo fuera agencia o anunciante, ya estaría amarrando contrato para el otro año por la fineza en la exposición de las marcas.

Sí, es verdad que este año hubo mala leche entre ciertos participantes, arrogancia extrema entre otros, inclusive hasta competencia no tan buena, a mi gusto, pero hasta eso le imprimió una originalidad en comparación con el año anterior. Este año no era fácil reconocer quién ganaba porque el "casting" era mucho más diverso que el del año pasado, lo que obligaba a los participantes a ser mucho más competitivos y a las audiencias a no poder identificar a ese candidato que fuera cortando cabezas por su buen trabajo desde el inicio. Los chefs fijos e invitados estuvieron estupendo. ¡Todos!, inclusive los muy extraños y pintorescos pantalones de Pedro Masoliver que quiero patentar.

Fue un "Top Final", una final de "show" y temporada deliciosa, de lujo. Yo estoy feliz porque con este producto, Telemetro se demuestra -a ellos- que puede hacer televisión nutritiva en un país donde cada día hay más televisión chatarra. ¡Felicidades!

 

 

 

 


Top Chef Panamá, producción de Telemetro, es ?dentro del menú de la oferta televisiva producida en el país? el plato más "gourmet".

El pleque pleque de Las Tablas

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Yo no escribo de pleque pleques porque creo que no aportan absolutamente nada positivo a quienes queremos y creemos en una buena televisión, por lo que le pido que para leer y sobre todo comprender esta columna se sustraiga de sus pasiones y fanatismos de si usted es de Punta Fogón Unido, de Calle Arriba o si es de Calle Abajo de Las Tablas o de si es el rey o la reina del grillo.
 
Lo que está pasando con el Carnaval tableño, para efectos de televisión se tiene que ver desde muchos ángulos porque la disputa de grupos se traslada también a pantalla más allá de la misma ciudad de Las Tablas o de los reportes en los informativos y le explico.
 
Gústele a quien le guste, el Carnaval de Las Tablas es la mayor y mejor representación de Panamá cuando de Carnavales del país se habla, ya sea local o internacionalmente, de ahí que con astucia la gente de Telemetro desde hace más de 20 años se apoderó de estas fiestas y transmite en directo el Carnaval, reitero, de mayor exposición del país.  
Sí, porque el de Las Tablas es el de mayor proyección internacional cuando de fiesta de Carnaval panameño se habla. Esa es una realidad. Punto.
 
¿Qué quiero decir con esto? Que cientos de personas, fuera y dentro de Panamá conocen, disfrutan, viven el Carnaval de Las Tablas gracias a las transmisiones de Telemetro, pero mucho más importante aún, miles de personas se pegan a Telemetro, ya sea en televisión abierta o por internet, en Panamá o en el extranjero y conocen una de las tradiciones más arraigadas del país como lo es el Carnaval.
 
Siendo así, la disputa de grupos, los que sean y la inacción de las autoridades responsables de encontrarle solución a la disputa van a perjudicar no solo la exposición de tradiciones y costumbres, también y mucho peor aún, el folclor que en este caso refleja el Carnaval de Las Tablas en sus diferentes formas porque la gente de Medcom muy bien podría decir: ‘no transmitimos más este Carnaval’, porque para efectos de rentabilidad y “ratings” la disputa los está perjudicando, la inactividad de las autoridades en solucionar el problema también los perjudica a ellos y a las marcas patrocinantes de la transmisión. 
 
Si con dos reinas, que es la tradición, las transmisiones se extendían hasta pasadas las 12 de la noche. Con tres es casi una maratón que no aguanta nadie y el resultado, tarde o temprano, va ser que la máxima exposición del Carnaval de un país sea suspendida porque no es sostenible para pantalla Telemetro ni para ninguna. ¿Quién pierde realmente aquí? El Carnaval como muestra del folclor del país. Como muestra de las tradiciones de Azuero. Pierden los artistas, artesanos y diseñadores, ya que las personas no pueden ver sus obras. Pierden las personas que hacen polleras porque sus hermosos trabajos, únicos en el mundo y cada vez más admirados, dejarán de verse, ese día en televisión nacional si las transmisiones no se dan o las tunas hacen imposible que Telemetro pueda cumplir con anunciantes y con su audiencia en los horarios.
 
¿Comprenden ahora por qué esto va más allá de qué tuna salga y cuál no? Analícelo sin coronas ni mariconadas y bájese del grillo para que comprenda. Se van a perder los espacios para la proyección de la fiesta más representativa del folclor panameño porque la disputa o inacción de las autoridades está ocasionando poco a poco, entre otras cosas, que el Carnaval de Las Tablas tenga una exposición tan importante y en directo para Panamá, panameños y extranjeros en el exterior como la que les da Telemetro. 
 
Sí, la tradición son dos reinas y eso es una realidad, pero aquí el prejuicio va más allá de eso porque lo que está pasando perjudica –en Carnavales-la economía de la región perjudica en asistencia porque es engorroso y maratónico ese desfile de tres reinas, perjudica la promoción del Carnaval como un todo, perjudica el folclor, la cultura, la tradición y entre un montón de factores más en los que salen perdiendo, perjudican la transmisión para televisión.  Ya es hora de que las agrupaciones involucradas y las autoridades encargadas se quiten la corona de la arrogancia y solucionen el problema. No hacerlo es no querer el folclor y al pueblo que tanto dicen representar.  
 

El resumen… de noticias

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Hagan algo señores y señoras directores de noticias, encargados de contenidos o coordinadores de fin de semana. Los noticiarios, lo siento, son un asco.

Es el resumen del resumen; inclusive, con notas repetidas que salieron no el viernes, no el jueves, no el miércoles, no el martes, ¡el lunes anterior!

Esto o es vagancia o es descuido en los controles de calidad. Al verlos uno no sabe si es un deja-vu o una cámara indiscreta de muy mal gusto, lo cierto es que con tanta información de verdad importante que pasa en el mundo y en el país, no hay forma de comprender cómo se salen con esa porrrrrrquería de informativos.

Haciendo un análisis de contenidos fin de semana quedé patidifuso viendo como los informativos del fin de semana son como la frustrada fiesta de la 24: entren que caben 100. Ahí meten de todo sin orden lógico, sin respeto a las audiencias y sin calidad alguna en los contenidos.

Bien pueden presentar un informativo fin de semana con reportajes – obvio, trabajados especialmente para el fin de semana-, análisis de las repercusiones para Panamá de lo que pasa en otros países, entrevistas largas a gente que aporte algo más que pleque-pleque, un resumen de lo que fue noticia en la semana y lo que puede ser la agenda informativa de la que inicia. Tanto que pueden hacer y se salen con las mamarrachadas que da lo mismo verlos que no verlos. Si no hay inundaciones, muertos o algo de última hora, que para ellos pueden ser un gato en un árbol, parece que no saben hacer más nada.

Un noticiario fin de semana se prepara, primero, antes de llegar el fin de semana. O sea, se planifica. No se trata como en el día a día. Eso lo deberían saber los productores fin de semana. Aquí se cuidan detalles de contenidos y de agenda propia que generen reacciones para el resto de la semana como complemento. Los directores y productores crean agendas propias, no se convierten en repetidores de lo que sacan los impresos, como pasa aquí.

Segundo, se trata de diferenciar del resto de las emisiones con un contenido altamente atractivo en su forma y fondo para que haya una diferencia entre los diarios y estos. Son espacios para presentar los diferentes géneros periodísticos llevados a noticias, por ejemplo, una crónica bien lograda sobre deportes, una entrevista central que genere información para el lunes. Reportajes sobre temas tan interesantes que no pierden vigencia y lo convierten en contenido de agenda propia, inclusive, las investigaciones periodísticas son perfectas para fin de semana porque sus efectos permean en el resto de la semana.

Y tercero, se considera a las audiencias que lo consumen que, no son las mismas que la de lunes a viernes. Los fines de semana –y eso deben saberlo- las audiencias se mueven, pero normalmente las noticias son consumidas ya sea por familias completas o por personas de decisión en el hogar, precisamente por ser fin de semana y la gente está más holgada, por ende, no se pueden salir con los cierres de calle del lunes, la tubería rota del martes o la salvación del perro que pasea del miércoles. ¡Temas de relleno, no! ¡Temas repetidos, es un irrespeto!

Ahora, quiero ser justo. Mucho de esto pasa porque para varios ejecutivos de las televisoras el informativo fin de semana es para tener presencia no para informar. Es para cumplir, nada más. Un relleno en la parrilla. Para sacar "lo del día" y, lo del día es: el muerto, la pelea y los resúmenes de sus mal llamados espacios de debate, análisis y opinión. A los encargados de estos espacios los dejan sin recurso humano y técnico, entiéndase un periodista y un camarógrafo nada más, o "el que esté de turno" y, en la semana, obvio, mucho menos le dan recursos para que adelanten algo digno para el fin de semana.

Entonces, ¿de quién es realmente la culpa? ¿De los coordinadores solamente? ¡No! La responsabilidad es de la empresa, de los ejecutivos y de los encargados de las áreas de información –que estoy seguro no ven sus propios noticiarios- para los que, parece, es muy fácil rellenar una hora con cualquier cosa y que los coordinadores hagan magia. El resultado de la magia: un desastre disfrazado de noticiario que no desaparece porque hay que sacarlo a como dé lugar. Es en serio, hagan algo, es abominable lo que ofrecen.


¡Temas de relleno, no! ¡Temas repetidos, es un irrespeto! Por favor, hagan algo, es abominable lo que ofrecen.

Primero Panamá, ¡malísimo!

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Yo entiendo, aunque no esté de acuerdo con ellos que Sertv en su franja de información y opinión históricamente ha sido el espacio –y medio- de relaciones públicas del gobierno de turno. Pasó en el gobierno Endara, en el gobierno Pérez Balladares, en el gobierno Moscoso, en el gobierno Torrijos, en el gobierno Martinelli y ahora en el gobierno Varela. Todos han usado la pantalla de Sertv para información institucional, traducido en panameño: echarse flores.

Pareciese que los espacios dedicados a información son exclusivos para el PRD, el CD, el panameñismo o para sus aliados, obvio, dependiendo de cuál de ellos esté gobernando. Es literal, una desgracia verlos en noticias porque ya sabemos, reitero desde hace años pasa lo mismo, a quién responden o van a responder sus contenidos noticiosos. Muchos de sus encargados y autoridades dicen que eso se debe a que ahí dicen lo que los otros canales no, sobre la gestión del Gobierno central.

Estamos lejos de ser un país con madurez donde nuestra televisión pública sea abierta a todas las fuerzas vivas que lo componen. Con contenido editorial abierto y crítico, sobre todo, a la gestión de quienes estén en el poder. Ese estar pegado a la "teta informativa" del gobierno de turno dio, desde muchos años, como consecuencia que su audiencia sea de dicho o muy poca, sobre todo en las áreas de opinión y noticias.

Lo terrible de ello es que lo que producen –disfrazado de contenido informativo- para promocionar las gestiones de los gobiernos de turno, también es espantoso y el resultado son productos visualmente horrendos con contenidos, por muy positivos que sean para el país, que pocos les creen.

Sabiendo eso y con los años cual momias que tienen muchos de los productores de esa pantalla trabajando ahí, no logro comprender cómo, en qué cabeza y a quién se le ocurrió crear ese espacio que estrenaron hace poco que se llama Primero Panamá y que se presenta de lunes a viernes a las 10 de la mañana.

Si no sabe qué es, le cuento. Primero Panamá es un show de entrevistas-comentarios sobre los hechos relevantes del acontecer nacional. Ahí se presenta, por lo menos hasta ahora, los planes a corto y largo plazo, gestiones, proyectos de funcionarios de alto nivel o nivel medio en tono comentarios-plática. Hasta ahí, nada nuevo, nada malo porque yo sí soy de los que creen que la gente está ávida de información en positivo y de que en Panamá más es lo bueno que pasa que lo malo.

El tema con este proyecto en específico es que es tremendamente malo en su forma y en su fondo. ¡Malo, malísimo!

Este show visualmente es espeluznante. Con un set que da vergüenza para televisión, aunque se haga en radio o simultáneamente para radio. En su contenido es perverso. El entrevistado habla, habla, habla y habla sin repreguntas, sin cuestionarle o pedirle que ahonde en algo más de lo que dice el libreto de Disney y el resultado es, tanto para televisión como para radio, abominable.

Como producción de televisión es malo porque, si bien es cierto la radio no exige mucho visualmente, en tiempos de internet, lo que sea para radio y que se retransmita en televisión o televisión Web se tiene que cuidar igual como si fuera para televisión abierta porque así lo exigen los tiempos. Se cuidan todos los detalles y se crean espacios para que al ojo sea agradable. Como show, también es malo porque no invita a nada, ni siquiera a escucharlo con los ojos vendados. ¿Qué pasó, Leo? ¡No todo es deporte!

En conclusión, Primero Panamá, como está no es un buen producto para televisión. Punto. No aporta nada a la gestión y mucho menos nos dice que en Sertv se cuida el control de calidad. Aunque creo debe haber una sana separación entre la Secretaría de Comunicación del Estado y Sertv, invito a los primeros a ver esto. Créanme que esto no le suma nada a su gestión y sí le resta bastante. PD: Vean el de ayer con el nuevo gerente de Zona Libre. Malo en calidad, malo en contenido. Resultado: ¡Malísimo!

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Este 'show' visualmente es espeluznante. Con un set que da vergüenza para televisión.
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