Normalmente no escribo de televisión internacional porque busco con mis críticas invitar a las audiencias al análisis de lo que nuestras televisoras producen o pautan en televisión abierta que es, a pesar de la penetración de la internet y la televisión por cable, lo que más se ve en el país. De ahí que mis cañones, si así lo quieren ver algunos, siempre están con el ojo puesto en la industria local; sin embargo, hay dos productos hechos en América Latina que no quiero dejar de comentarles por bien logrados, por polémicos, por correctamente actuados y, sobre todo porque, a pesar de que están producidos para televisión comercial, su contenido es realmente inteligente, cosa rara.
Me refiero a la serie "La Fiscal de Hierro", hecha para Televisión Azteca, de México, y 'El Comandante', que puede verse en Panamá por TVN.
¿Por qué las recomiendo? Porque estamos ante dos dramáticos que si le gusta la televisión, no puede dejar de ver. Si usted trabaja en esta industria en el área de mercadeo, programación o producción, es un pecado no verlas. Son productos preparados para pantallas comerciales, pero con una manufactura de primera, con un libreto muy actual y con actores que son una delicia verlos, además, que generan opinión.
La "Fiscal de Hierro" tiene como trama a una mujer que tiene las ganas de hacer justicia con honestidad y transparencia en un mundo donde parece que eso es difícil por los intereses económicos y políticos, pero también por los egos que tenemos como seres humanos. Una fiscal que tiene que enfrentarse, incluso, a dilemas éticos, a su familia, acusar a amistades. Pero también es una serie que nos dice que los fiscales son personas de carne y hueso que sienten, que sufren, que lloran, que se enamoran. ¿Dígame si eso no es acercar a las audiencias a una realidad latinoamericana en tiempos de antihéroes?
¿Por qué es importante? Porque nos dice que no todos en el sistema de justicia son corruptos, como muchas veces calificamos la audiencia y los medios a quienes integran estas entidades. Es importante porque en esta serie, la fiscal no solo se enfrenta a políticos corruptos, también porque se enfrenta al poder empresarial donde, en la serie, está precisamente el más corrupto de los corruptos, y más importante aún de por qué sugiero a mis colegas verla, porque está claro el juego asqueroso de algunos periodistas, sobre todo de televisión, que se prestan para darles escenario a corruptos de todos los sectores disfrazados de impolutos a cambio de dádivas. En esta serie se desnuda cómo los poderes cuando se ven amenazados por funcionarios que quieren hacer las cosas bien, independientemente del cargo que se ocupe, hacen todo para que salgan las cosas mal.
Tuve el honor de haber sido invitado a su estreno en la ciudad de México y, literal, quedé en modo: baba. ¡Se me salía la baba de inicio a fin! Yo al verla desde el día uno, me dije, aunque no es un producto panameño tengo que recomendarlo porque nos va a estremecer y a decir lo que no queremos para el país como fiscales ni como políticos ni como empresarios ni como periodistas, y nos recordará lo que sí queremos para el país como fiscales, como políticos, como empresarios y como periodistas. Es una serie redonda que Panamá merece ver en televisión abierta. Punto. Van ocho capítulos desde su estreno. Si no tiene TVAzteca Internacional, búsquela en Youtube, ahí están todos los episodios.
Y como dice una amiga venezolana, yo no creo en la revolución, yo creo en la evolución. Esto lo advierto porque nunca creí en el fenómeno Hugo Chávez y sus causas, mucho menos en el señor Nicolás Maduro, pero ver 'El Comandante', la biotelenovela sobre Hugo Chávez Frías, expresidente de Venezuela, es un placer.
Primero que está protagonizada por el actor Andrés Parra, el mismo que hizo de Pablo Escobar en "El Patrón del Mal" que transmitió TVN. Teniendo a ese actorazo como protagonista, ya eso es garantía de calidad.
Segundo, es polémica. Es atrevida. Es irreverente. Despierta pasiones entre los que están a favor de Chávez como figura de la historia de Venezuela, como los que están en contra. En Venezuela se prohibió su emisión, incluso por cable, porque la consideran una infamia a la figura de Chávez y, el Gobierno de ese país acaba de asignar fondos para, según ellos, hacer una "verdadera" serie sobre el líder chavista. Un casting de lujo, una fotografía y recreaciones impecables. Tiene un hilo conductor y secuencia que amarran desde inicio a fin. ¿Se apega a la realidad? Lo desconozco, pero lo que sí es real es que es latina, está maravillosamente producida, es una historia que atrapa, que te hace odiarlo y amarlo, como deben ser los dramáticos.
Véanla, saquen sus conclusiones y disfruten de dos productos de calidad, muy actuales para nuestros países y, sobre todo, que no es televisión para brutos. Por eso se las recomiendo. Es mirarnos a un espejo, literal.
- Hay dos productos hechos en América Latina que no quiero dejar de comentarles por bien logrados.
